ROMANCE
DE SIERRALLANA Y EL COLÉRICO DON DIEGO
Sierrallana,
Sierrallana,
no
digas que no te aviso,
que
furioso como suele
Nacho
Diego ya ha salido
y
hacia vuestras nobles vegas
marcha
desde Puertochico.
Airado
como una ménade
tiene
turbado el sentido,
arroja
puros al suelo
(mira
que el tío es cochino)
y
los pisa con tal rabia
que
parece poseído.
Ya
a la altura de la Sniace
crecen
más los alaridos:
se
burla de los obreros
y
ríe hasta quedar bizco.
Brama
Diego como un trueno,
más
chulo que Chindasvinto,
que
no hay cartel que se atreva
a
criticar su palmito
y
que promete arrancar
de
ventanas y pasillos
cualquier
papel que le afrente
( y
él se afrenta facilito)
y
¡ay, como pille de frente
a
un trabajador vendido
a
los sindicatos malos!
¡le
saca los higadillos!
Diego
está ya en Sierrallana
-poned
a salvo a los críos-,
echa
espuma por la boca,
la
cabeza le hace giros:
"Malditos
papeles, ¡fuera!
¡fuera
de mi recorrido!
que
os arranco y os estrujo,
voy
a haceros picadillo
y
el retrete de señoras
hoy
lo atasco ¡por mis … niños!"
Fuente:
Blog
Una habitación desordenada
Buenísimo!!!! Bravo!!!
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